sábado, 22 de marzo de 2008

De paso






Estaciones. Aeropuertos. No son nunca el destino definitivo, sino sólo el medio para llegar a otra parte. Lugares de paso. Ciudades de hormigón y acero que no duermen nunca, soportando pacientemente las mareas de pasajeros y de maletas que van y vienen en una danza inexplicable. Hay algo de tristeza fría en ellas, como si supieran que nadie las echa de menos. Como si supieran que nadie nunca se detendrá para contemplar su belleza secreta.

Aeropuerto Charles de Gaulle, París, Francia, marzo 2008

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