martes, 22 de enero de 2008

La sabiduría de la flor


Aquella pared suspiró y se adornó con flores, aún sabiendo que sólo los ojos de los privilegiados la verían. Y su belleza atravesó las convulsiones de la historia para seguir brillando para aquellos que se atreverían a cruzar los muros que la flanqueaban.

Ciudad Prohibida, China, mayo 2007

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