domingo, 24 de febrero de 2008

Marchitándose


Es dura la vejez en las grandes ciudades. El centro del tiempo parece estar inmóvil, y sin embargo a su alrededor las cosas y las peronas giran en vórtices impredecibles. Nadie se para para hablar con la soledad. Y hasta las palomas se han marchado.
Jardim da Estrela, Lisboa, 31 de diciembre de 2007

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